lunes, 24 de mayo de 2010

UNA CHICA A BORDO.

Sigue la cuenta atrás… 6 horas menos de guardias que me quedan. En las últimas 24h hemos bajado la media de millas recorridas. Precisamente arrancamos motor durante cinco horas debido a la ausencia de viento. A pesar de esta posible demora que afecta a nuestras estimaciones de llegada a destino, esperamos que la compensen los 15 nudos que nos empujan desde un largo todo el día, que junto con la ola, provocan hacer que el velero alcance puntas de 9 nudos y mucho tiempo por encima de 8.

Es momento de surfear y para ello le he quitado el mando al piloto automático y he cogido la rueda un rato para divertirme con esas planeadas sobre las olas.

Para tener una referencia de nuestra navegación, todos los días nos ponemos en contacto, de Iridium a Iridium (más barato) con nuestros amigos del Selene III, Antonio y Jorge, que salieron desde Horta (Azores) un día después que el Peter´s Boat. Esta noche, debido a la ausencia de viento nos han recortado 30 millas aunque es verdad que llevan dos noches seguidas cayéndoles "verdaderas mantas de agua encima", cosa que nosotros no hemos sufrido ni una gota a bordo. Aun así, es un aliciente más el tener una referencia con la cuál competir. Aunque ellos saliesen 140 millas detrás nuestra, es parecido a un "match race" ya que su barco (baltic 42) en teoría navega mucho más rápido que el mío. Su destino es Denia y tomaremos referencia hasta Tarifa. ¿Quién llegará primero?

La gran novedad del día de ayer, y que nos tuvo entretenidos un buen rato, fue la llegada de Micaela a bordo, ¡una chica al fin! No hay que escandalizarse, Micaela es el nombre que le hemos puesto a una paloma. Sí, una paloma ¡a 400 millas del punto más cercano a tierra! ¿cómo puede ser? Paso a describiros cómo ocurrió:

Estábamos finalizando nuestra partida diaria de la "II Escoba Atlantic Champions" cuando vimos sin fijarnos mucho un ave que rondaba el barco. Esto es hasta cierto punto normal porque se suelen ver gaviotas o una especie de golondrina blanca y otros pájaros. En un momento en que me tocaba barajar antes de la baza definitiva, Alfonso, que se había fijado mejor, dice alarmado "¡os-piii-s, si es una paloma!, ¿qué c-piii-ño hace aquí tan lejos?" Ella, ya había decidido que la referencia del Peter´s Boat era el lugar idóneo para posarse, más que el idóneo era el único. Pero la pobre no las tenía todas consigo ni mucho menos y se la veía cansada.

De repente desaparecía unos segundos para divisarla por la aleta de estribor, a metro y medio de agua y en línea recta remontando el ligero viento en contra que tenía. Pero cuando llegaba al punto de decidir en que lugar posarse para descansar es cuando se aturullaba. Lo intentó en el soporte de las antenas y Agapito (generador eólico) casi le hace filetes con sus aspas…

Vuelta a huir, desaparece y vuelve a aparecer de la misma manera en el enésimo intento. Lo consiguió en varios sitios como el arco del bimini (toldo plegado encima de la rueda), en un guardamancebo (como las barandillas para agarrarte en las bandas del barco), en el cabo de un rizo de la mayor, en el embolse creado en al parte de vela rizada. Sin embargo, ya habíamos decidido cogerla viendo que cada vez estaba más agotada después de tanto camino recorrido más las tentativas fallidas de abordaje. Ella, Micaela, era muy desconfiada y cuando se había posado en algún lugar y hacíamos el más mínimo movimiento extendía sus fatigadas alas y salía volando otra vez.

Cuestión de tiempo, no podía ir a ningún otro lugar y como decía Alfonso había que tener paciencia. Mientras yo, que ya sabía que antes o después la cogería, le pedía o más bien imploraba que no la echase en el arroz que nos hemos comido hoy si lo conseguía. Qué bien lo pasó el cab-piii-n haciéndome sufrir. Hasta que en una de estas llegó la ocasión.

Se había posado, como alguna vez anterior, en el pliegue de la vela rizada por sotavento (parte por donde sale el viento de la vela) con movimientos ya muy torpes. En ese instante, Alfonso, con ojos rojos cual lobo divisando su presa se puso en pié acercándose sigilosamente de puntillas, agazapado y oculto tras la parte de barlovento de al vela (por dende entra el viento) y en un movimiento fugaz… ¡ZAS! Dobla su brazo por debajo de la botavara y de un eficaz zarpazo captura la ya indefensa y derrotada paloma.

A partir de ahí, mi cara era tal como podría ser la de un gladiador vencido esperando ver hacia donde señalaba el pulgar del emperador romano y recibir el golpe de gracia. En ese momento, Alfonso dijo "ésta no pasa de esta noche", "¡nooo!, ¡clemencia!", pensaba yo. Sin embargo vuelve a decir "baja a por un poco de agua y pan mojado" y ahora sí celebro ¡siii, el pulgar apunta al cielo!

Después de los cuidados mínimos, la metimos en el baño, el lavabo con agua y, alrededor, pan mojado, para que se hidrate y descanse.

Más tarde, cuando acabamos y, ya en cubierta, analizamos la situación. El cazador benévolo me decía que había muchas posibilidades de que muriese de agotamiento esa misma noche por mucho que la diésemos de comer. Imaginaos el pobre animal volando durante más de 400 millas. Una autonomía que para nada es la normal en su especie.

Para todo esto tenemos varias teorías. Una es que estuviera en uno de los barcos que nos cruzamos como mascota de algún marinero chino que cuando Micaela le vio coger la cacerola saliese huyendo sin pensar donde podría ir en mitad del atlántico.

Otra posibilidad podría ser que se tratase de una paloma mensajera. Si, no os riáis, todavía existen aunque no lo creáis. Yo no lo creía, aunque no era ésta como las típicas que se ven en el retiro o en cualquier parque. Es diferente, no se, parece más atlética. Tampoco es muy viable esta hipótesis ya que el mar abierto no es ruta de ningún sistema de mensajería de este tipo.

En fin, sin resolver estas dudas hemos decidido intentar ayudarla, nombrarla mascota del Peter´s Boat y si vemos que tira para adelante o bien, dejarla libre a la altura de Tarifa o llevarla con nosotros hasta Benalmádena y allí le llevaría Alfonso al palomar de su cortijo para dejarla a sus anchas. Por cierto, admitimos ideas sobre Micaela.

Al día 23 de mayo y después de 24 horas a bordo puedo afirmar que Micaela vive… y caga ¡vaya cómo me esta dejando el baño!

Mañana os contaré la evolución de nuestra amiga. Buenas noches y feliz entrada de semana…, la semana final.

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