domingo, 23 de mayo de 2010

COMIENZA LA CUENTA ATRÁS.

A exactamente 555 millas de la capital de la Costa del Sol y actualmente en la posición Lat. 15º 50'N Long, 36º56'W nos encontramos en la mitad de la travesía de esta última etapa de nuestro viaje.

Estamos en disposición de dar una fecha de llegada. La estimamos teniendo en cuenta las medias de velocidad que llevamos y sopesando los partes que nos llegan. Eso si, en la mar cualquier prudencia es poca y dependemos de la variación de esas condiciones, prevemos llegar a Benalmádena a lo largo del miércoles 26 de Mayo, es decir, en 5 días con sus 4 noches intermedias. Eso se traduce un total de 24 horas de guardia por la noche, ¡uff!

Aun así, ya hay emoción, ya esta el gusanillo empezando a querer que vaya tachando días hasta ese momento. Ya hay ganas de ver a los amigos, a mis padres y hermanos, y cómo no, a Sole y a mi "little Pedro" que tanto echo de menos y que saludo con añoranza cada vez que me acuesto y me levanto mirando las fotos pegadas en mi camarote… ¡ya no queda ná, gitana!, ¡resiste!.

De verdad os digo, que es una sensación muy extraña, han sido cuatro meses inolvidables y aunque sé que voy a echar muchísimo de menos esta vida en el mar, no dejo de desear arribar y ponerme al tanto de todo lo que tengo por delante, tanto personal como laboral. Deberé tomar muchas decisiones que marcarán mi camino y ello será duro y estresante en muchos sentidos pero por otro lado tengo la ilusión y la determinación de elegir acertadamente por el bien de mi familia y el mío propio.

Para todo ello no he podido tener una mejor preparación mental que en este medio marino, con los mejores asesores posibles: el embrujo de las estrellas, la luna y el sol, la alegría y elegancia de los delfines ballenas y cachalotes, la picardía de los peces voladores, el veneno de las carabelas portuguesas, la intimidación de los tiburones, la nobleza de las tortugas, las caracolas con su ermitaño a cuestas, la libertad de las aves y, por qué no, también el granito de arena gastronómico aportado por atunes y dorados. Estoy seguro que de ésto sólo puede salir algo bueno… ¡amén!

El día de ayer, jueves, a pesar de ir a buen ritmo de navegación fue gris, tristón, feo, muy nublado y frío, vamos, los típicos días que no apetece salir de la cama o del camarote en este caso. Quizás, por esa nostalgia que producen días así se agudizan reflexiones como la anterior.

Bueno, vayamos al día a día. Hoy hemos realizado un text o ranking entre la tripulación para determinar cuál es el aparato nuevo, comprado para esta empresa, que mayor RENTABILIDAD ha tenido. Éstos han sido cinco: el Florentino (piloto automático de viento), Agapito (generador eólico), AIS (sistema de identificación por radio), Iridium (teléfono vía satélite) y Transpondedor vía satélite (posicionamiento real del barco).

La manera de puntuar del tribunal formado por Alfonso y yo ha sido repartir del 1 al 5 a cada aparato según cuatro aspectos a valorar: Fiabilidad, Uso, Precio e Importancia para toda la navegación y estancia a bordo. Siendo 5 el mejor y 1 el peor.

Una vez analizados todos los datos, concluimos que el aparato adquirido más RENTABLE para esta aventura transoceánica es el Teléfono Vía Satélite.

Éste ha sido y es fundamental para tener comunicación con tierra, contacto familiar, posibilidad de entrevistas radiofónicas desde mar abierto, recepción de mensajes sobre noticias o descargas de partes metereológicos, y emisión de estos diarios para el blog, primero a marca.com y segundo a la Bitácora del Peters Boat.

Salvando los problemas iniciales de configuración ha ido de maravilla. Ahora bien, seguro que me caigo de espaldas cuando vea la factura.

En segunda posición nuestro querido Agapito, el generador eólico. También básico para dar energía y cargar las baterías que alimentan todos los aparatos electrónicos de abordo, que no son pocos e importantes. Se hace más importante si cabe cuando en el Caribe apenas hemos tocado puerto para conectar el barco a la red eléctrica y el gasoil no ha sido muy abundante.

Tercer lugar para Florentino, el piloto automático de viento, imprescindible también aunque su alto precio y menor uso le ha sacado del liderato.

El Transpondedor que emite la señal de nuestra posición al satélite fue importantísimo para nuestro seguimiento, muy fiable pero relegado al cuarto puesto ya que es lo más prescindible que podemos llevar.

En última posición, el AIS. Aunque es una seguridad muy grande contar con él a bordo, sobre todo para ver a los gigantes del mar y sus datos de navegación (ya que no debemos confiar que ellos hagan lo mismo con una embarcación tan pequeña a su lado) y recomendamos encarecidamente su uso sobre todo para medias y grandes distancias. El hecho de que sea sólo receptor y que fue montado a última hora, por estar agotado el emisor-receptor que queríamos, ha causado que sea lo menos valorado.

Este ranking en general no significa que nos hayamos arrepentido de adquirir alguno de estos aparatos, de ningún modo, todos y cada uno han sido y serán básicos para futuras navegaciones e indispensables según nuestro parecer. Y si el bolsillo acompaña seguirán a bordo de nuestro querido Peter´s Boat, por su bien y por el mío.

Sin más, me despido hasta mañana deseando buena suerte futbolera a los béticos del universo en su persecución del ascenso.

Y cómo no, un recuerdo muy especial a mis muchachos, mis porterazos del Málaga, a acabar bien la temporada… ¡fuerza y a por ellos! Os veré a la vuelta.

1 comentario:

  1. Uy Pedro...cada vez escribes menos eh!! un artículo cada dos días no es suficiente para saciar a vuestros apasionados seguidores, y encima ya quedan solo un par de días para que llegueis!!! (de lo cual me alegro). Así que espero que una vez en tierra sigas contandonos cosillas acerca del viaje, por lo menos durante un par de meses, para hacer más llevaderas las horas en la oficina.

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